El Pleno del Ayuntamiento de Valencia ha aprobado una declaración institucional por unanimidad contra la islamofobia y a favor de la convivencia en la diversidad. Una iniciativa que ha surgido del Grupo Municipal Compromís.
En esta línea, la regidora de Compromís, Consol Castillo, propone crear unidades de policía local que, trabajando en red con el resto de cuerpos de seguridad, velen para favorecer la convivencia entre toda la población y, además, luchen contra cualquier discriminación. El objetivo final es prevenir los delitos de odio por cualquier motivo.
El Grupo Municipal Compromís se ha felicitado por la aprobación, por unanimidad, de una declaración institucional contra la islamofobia y a favor de la convivencia en los barrios de la ciudad, respetando la diversidad. Una iniciativa surgida de Compromís, a la que se añade una propuesta más de la regidora Consol Castillo, que pasa por crear unidades de policía local que, trabajando en red con el resto de cuerpos de seguridad, velen para favorecer la convivencia entre toda la población y, además, luche contra cualquier discriminación. El objetivo final es prevenir los delitos de odio.
El 1996 vio la luz la Carta de Rotterdam, que apuesta por iniciativas de este estilo. De hecho, a partir de experiencias previas positivas, como por ejemplo la creación en otras ciudades de las llamadas “policías comunitarias”, la regidora de Compromís, Consol Castillo, propone la creación de unas unidades de policía local “que gestionen los conflictos fruto de la diversidad cultural, que reconozcan los colectivos con más vulnerabilidad a ser discriminados, que tengan un conocimiento a fondo de las diferentes realidades existentes en Valencia y trabajen codo con codo con el tejido asociativo”. La actuación, siempre con la imparcialidad que tiene que caracterizar la policía municipal, tiene que permitir profundizar en el respecto a las minorías étnicas, sexuales, religiosas y culturales, a la vez que evite brotes de odio.
Como afirma Consol Castillo, “el concepto de policía comunitaria se basa en la corresponsabilidad que tiene que tener la propia comunidad, junto con las fuerzas de seguridad, para mejorar la seguridad ciudadana, y evitar brotes de intolerancia”.
La creación de estas unidades permitiría una mayor coordinación con el resto de fuerzas policiales, mejorar los protocolos de actuación, ser y buscar una fuente de asesoramiento en entidades civiles, hacer un estudio de casos y evaluar las políticas que se llevan a cabo. Todo, para evitar en la medida de lo posible que en nuestra ciudad se den casos de conflicto entre diferentes comunidades culturales.