Joan Ribó ha exigido al Gobierno Central, “en manos del Partido Popular, que lleve a cabo en nuestra ciudad al menos las mismas inversiones para la infraestructura del Metro que las que tiene comprometidas para idéntico fin en las ciudades de Sevilla y Málaga”. Ribó contempla esta como una alternativa viable para la consecución más rápida de la T2 en toda su amplitud: “desde el Pont de Fusta hasta Natzaret, e incluso completar la línea hasta el puerto y el Canyamelar, uniéndola a la ya existente en el frente marítimo”.
El alcalde de València, Joan Ribó, ha propuesto hoy al president de la Generalitat, Ximo Puig, solicitar al gobierno central, a través del Ministerio de Fomento, un convenio como el que ya tiene entablado con la Junta de Andalucía, por el que esta administración autonómica recibirá un total de 393 millones para las obras del metro de Sevilla y Málaga. “El gobierno central financiará estas infraestructuras, mientras en València, el proyecto de la T2 languidece sin financiación estatal, y nos vemos obligados a recurrir a fondos europeos. Por eso, pasamos de la protesta a la propuesta: un convenio como el firmado en 2005 entre el gobierno de España y el andaluz, por el que plurianualmente la Junta de Andalucía recibe fondos estatales para la movilidad de estas dos ciudades, con un volumen poblacional menor que el de València”.
La Administración General del Estado (AGE) y la Junta de Andalucía firmaron el 22 de diciembre de 2005 un convenio “cuyo objeto es articular la colaboración de la AGE en la financiación del coste de la inversión” del metro en estas ciudades. La vigencia del convenio se extiende desde 2005 hasta 2037 en el caso de Málaga, y 2035 en el caso de Sevilla, siendo las aportaciones de 175.110.253 euros para el metro de Málaga, y 218.313.046 euros para el de Sevilla.
Según ha explicado Ribó, “este convenio prevé una concesión privada para la puesta en marcha del metro en Sevilla y Málaga mientras duren todas las obras. Así, el gobierno central financia la construcción del metro en estas ciudades mediante pagos anuales a la Junta de Andalucía, que esta a su vez traslada a las concesionarias”. De esta manera, se establece que en 2035 y 2037 las respectivas líneas deben estar completamente finalizadas.
Por ejemplo, este año los Presupuestos Generales del Estado (PGE) recogen una transferencia de capital a la Junta de Andalucía por un montante de 12.269.000 euros “para la anualidad de 2017”. Así, en el caso de la infraestructura sevillana la cuantía asciende a 6’5 millones de euros, mientras que a la malagueña se conceden otros 5’6 millones. Incluso, los PGE incluyen también una transferencia de 406.000 euros al Cabildo Insular de Tenerife para la financiación del Tranvía/Metro Ligero Santa Cruz de Tenerife-La Laguna, para el pago de la liquidación pendiente del convenio suscrito con la Administración General del Estado.
“No se trata de que queramos más que otras ciudades –ha explicado el alcalde- sino de exigir un trato justo e igualitario. Si los valencianos pagamos nuestros impuestos como cualquier ciudadano, tenemos derecho a una financiación y unas inversiones como el resto de ciudades. Este es un buen momento para rectificar la injusticia de los Presupuestos Generales del Estado de PP y Ciudadanos que discriminan a València. Exigimos para València una línea T2 completa, y una inversión del Estado, como en otras ciudades, que la haga factible. Exigimos, por tanto, un convenio similar”.
El alcalde de València ha reiterado la “necesidad imprescindible de que, de una vez por todas, el Gobierno del Estado se acuerde de que en València tenemos un área metropolitana con 1,8 millones de habitantes que entran y salen de la ciudad y que, igual que en las otras grandes área metropolitanas, el Estado tiene la obligación de financiar tanto la inversión como el funcionamiento del transporte público”. El alcalde ha valorado positivamente el “frente común del Ayuntamiento y la Generalitat por defender los intereses de los valencianos y las valencianas”.
Tal y como ha añadido Ribó, “no es razonable ni justo paralizar por la mala gestión del PP primero, y por falta de apoyo económico estatal después, una infraestructura de movilidad que es absolutamente necesaria para articular la ciudad; la T-2 es imprescindible para conectar muchos barrios de la ciudad: pasa por Regne de València, y conecta Russafa y l’Eixample, continúa por la calle del General Urrutia… Queremos que llegue hasta Natzaret y que en una segunda fase se conecte con el puerto y con el Canyamelar”. Además, el alcalde ha destacado que “la conexión de nuestros barrios es un objetivo fundamental del Govern de la Nau”.