El regidor de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València, Pere Fuset, ha anunciado dos medidas que redundarán “en la máxima despolitización posible del mundo fallero”. Por un lado, desde el consistorio se invita a las presidentas y los presidentes de comisiones falleras a convocar el Congreso Fallero, una petición muy reiterada desde el colectivo fallero “para poder elegir qué vinculación quieren –si la quieren- con el Ayuntamiento de València”; por otra, un fallero sin ninguna responsabilidad política dirigirá la Asamblea de Presidentes de ahora en adelante. Será el vicepresidente primero de la Junta Central Fallera (JCF), delegado de sector elegido por los propios presidentes y presidentas de falla.
Fuset ha explicado que desde la Concejalía de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València y la Presidencia del Organismo Autónomo Municipal de JCF se ha constatado una reivindicación creciente de buena parte de los presidentes y presidentas, de las personas delegadas de sector y de la Interagrupación de Fallas de tener una capacidad de decisión mayor sobre las cuestiones relativas a la gestión de la fiesta de las Fallas. “Esta voluntad puede superar en ocasiones la delimitación de las funciones definidas en el Reglamento Fallero para el Pleno y la Asamblea de Presidentes y en momentos de divergencia de criterios afecta a la división entre la gestión política que se lleva a cabo desde el Ayuntamiento y la gestión festiva que se realiza desde la OAM Junta Central Fallera”, ha indicado el concejal.
Fuset ha explicado que por ese motivo los últimos dos años ha querido facilitar el encaje de las crecientes voluntades de autogestión y participación “proponiendo incluso fórmulas no recogidas por el actual reglamento fallero y que van más allá también de un calendario muy intenso de reuniones con la Interagrupación de Fallas”. Como ejemplos, ha recordado que en el ámbito de la JCF se propuso un nuevo consenso que otorga la mayor capacidad de decisión a los presidentes y las presidentas en el proceso de elección de las falleras mayores y sus cortes de honor; se consensuó una nueva distribución de asientos a las exaltaciones de las falleras mayores, una función reservada anteriormente al Secretario General de JCF; se valoraron conjuntamente posibles medidas de emergencia después del temporal que afectó a la Plantà y se ha asumido como propia la propuesta liderada por la Interagrupación de un nuevo sistema de clasificación del concurso de fallas que, si lo aprueba la Asamblea de Presidentes, comportaría un considerable incremento en premios a las comisiones falleras con el consiguiente esfuerzo económico por parte de la JCF.
Fuset también ha destacado la concesión de mayor margen de autonomía de gestión a las diferentes delegaciones encabezadas por las vicepresidencias que conforman la directiva de JCF y la renuncia a hacer coincidir la figura de asesores de JCF con el asesor político de la Concejalía, y no como ocurría hasta el anterior mandato. Una serie de novedades que, en paralelo, han visto cómo “la Asamblea de Presidentes ha sido escenario de debates sobre aspectos de la gestión de la JCF que históricamente no habían sido abordados en el máximo órgano de la participación fallera”.
El concejal ha explicado que desde el Ayuntamiento de València, y de forma especial desde la Concejalía de Cultura Festiva, también han fomentado el diálogo y la participación de los agentes de la fiesta en el ámbito de decisiones propio del gobierno municipal. Como ejemplos, ha recordado el grupo de trabajo sobre subvenciones, integrado por todos los agentes falleros, con el aumento económico y la creación de nuevas líneas de subvenciones a las comisiones falleras; la participación de los agentes falleros en la redacción del bando de Fallas, que regula la fiesta en la calle; las reuniones de las diferentes concejalías con representantes de las agrupaciones y en los casales falleros o la participación de los agentes falleros como jurados en la elección de las fallas municipales, en un renovado proceso sin ningún voto político, consensuado con el Gremio de Artistas Falleros. “Son numerosos ejemplos muy significativos de esta voluntad de fomentar la corresponsabilidad del principal movimiento asociativo de la ciudad dentro del ámbito de la gestión municipal”, ha asegurado. “La Interagrupación ha sido clave en la resolución de conflictos falleros a lo largo de su historia y nos gustaría que ahora también lo fueran. No acceder al diálogo con el alcalde de todas y todos los valencianos demuestra que ahora mismo no quiere diálogo, sino otra cosa”, ha lamentado el concejal, que ha asegurado que “dos no se pelean si uno no quiere y el Ayuntamiento lo que desea es diálogo y no confrontación. Hemos dialogado sobre todo, con todos, en todos los ámbitos y en todo momento. Hemos dado la mano, el brazo y el codo”.
Fuset ha resaltado la coherencia de todas esas acciones con la apuesta reiterada por la despolitización progresiva de la gestión de la JCF, a pesar de que sea un Organismo Autónomo Municipal dependiente del Ayuntamiento, presidido por un regidor, una cuestión que “hace difícil, cuando no imposible, que las cuestiones de gestión política y festiva de las Fallas no sean interpretadas por los diferentes agentes como una excusa para hacer política dentro del ámbito de la fiesta, tanto desde una perspectiva del concejal-presidente hacia la propia fiesta como desde determinados representantes festivos para hacer oposición a las decisiones del concejal-presidente o del propio Ayuntamiento”. En esta línea, el regidor ha asegurado que “mientras haya un político presidiendo las Fallas, habrá la sensación de que se hace política, ya sea desde el gobierno o haciendo oposición”.
Fuset ha explicado que “la solución al problema está especialmente en manos de la Asamblea de Presidentes y su reconocida capacidad de decisión” y ha destacado que “la hoja de ruta acordada y pactada entre la presidencia de la JCF y la Interagrupación de Fallas para abordar la posibilidad de un nuevo Congreso Fallero ofrece una oportunidad única para que las presidentas y los presidentes, primero, y las personas delegadas en un eventual Congreso Fallero, después, puedan superar -si así lo desean- esta situación en que el Ayuntamiento puede encontrar obstáculos para llevar a cabo la política festiva de acuerdo con el programa del gobierno municipal y la Asamblea de Presidentes tiene un peso limitado e indefinido en la toma de decisiones”.
Por todo esto, Fuset ha anunciado que la presidencia de la JCF se compromete a cumplir fielmente el acuerdo alcanzado con la Interagrupación para comenzar un proceso precongresual. En primer término, convocará una Asamblea de Presidentes Extraordinaria después del verano para debatir sobre la conveniencia de un nuevo Congreso Fallero y los motivos en contra o a favor de abordar en él la independencia de la organización festiva del marco municipal del Ayuntamiento de València. Además, convocará tantas asambleas monográficas sobre el Congreso como haga falta, porque la representación del mundo fallero pueda tratar de llegar a sus propios consensos sin temor a ninguna interferencia política del gobierno municipal, y favorecerá que el debate sobre el Congreso se traslade a las comisiones y al conjunto de falleros y falleras para que las presidentas y los presidentes puedan recoger una opinión avalada en las actas de sesiones de las juntas celebradas por las comisiones falleras con ese objetivo.
Una vez realizadas todas estas cuestiones iniciales y el posicionamiento de cada presidente de falla esté fijado, consultará a la Asamblea de Presidentes sobre la convocatoria de un nuevo Congreso Fallero. “Tienen que ser las falleras y los falleros, y solo ellas y ellos, quienes tomen sus propias decisiones sobre cómo organizarse. Y si lo estiman oportuno elegir quién los presida y en base a qué programa lo tiene que hacer. Tienen que decidir si quieren dependencia o independencia del Ayuntamiento. Respetaremos su decisión, pero en cualquiera de los dos escenarios hace falta convivencia y diálogo”, ha resaltado.
En segundo término, y como muestra de la apuesta para avanzar en la despolitización de la gestión festiva de las Fallas, Fuset ha explicado que de ahora en adelante y durante el periodo precongresual y eventualmente el congresual, el presidente de la JCF delegará, tal y como prevé el Reglamento Fallero, en la directiva del organismo autónomo municipal la conducción de sus órganos de decisión, garantizando así que los debates y las decisiones de ámbito festivo no estarán afectadas, de facto o percepción, por la presencia de un representante político de la ciudadanía. “A partir de ahora será un fallero, elegido por falleros, quien dirigirá los debates hasta la convocatoria del Congreso”, ha afirmado.
Además, ha explicado que la gestión institucional y política y las decisiones que tienen un alcance mayor al ámbito estrictamente festivo, así como las que tienen que ver con el programa de gobierno municipal o las que afectan al conjunto de la ciudadanía “se continuarán gestionando, como no puede ser de otro modo, desde el Ayuntamiento de València, a través de la Concejalía de Cultura Festiva. Por otro lado, la gestión ordinaria de la JCF estará en manos de su directiva, que en su conjunto continuará ejerciendo sus funciones previstas en el Reglamento Fallero. “Continuaré trabajando para cumplir con el encargo, el proyecto y el programa que nos ha confiado la ciudadanía como sus representantes”, ha destacado.
Fuset también ha anunciado que “para favorecer un diálogo necesario y fluido entre los diversos agentes festivos, tanto desde la Concejalía de Cultura Festiva como desde la Presidencia de la JCF se habilitarán mecanismos extraordinarios de atención a los diferentes representantes del colectivo fallero y se reforzarán los ya existentes. “Si hasta ahora tenían media hora al mes para hacer preguntas, ahora tendrán todas las tardes que hagan falta para dar respuesta a sus problemas. Me tendrán a su lado, con diálogo y apoyo, pero no en medio”.
Por último, Fuset ha explicado que “en tanto que la apuesta es la de despolitización, fomento de la autogestión y profundización democrática dentro de la fiesta, animamos al fomento del debate sano y a la convocatoria de un Congreso Fallero donde, mediante procesos participativos se trate seriamente el encaje de la JCF y su dependencia o no del Ayuntamiento de València”. En este sentido ha explicado que “lo más conveniente es que en un congreso las falleras y los falleros puedan decidir cómo quieren funcionar e, incluso, quién quieren que los presida”. Además, ha lanzado un mensaje para la base de la fiesta grande de la ciudad, al asegurar que “las Fallas serán lo que las falleras y los falleros quieran. Merecen un congreso participativo donde todas las voces puedan ser escuchadas”.