Un total de 5.866 visitantes ya han disfrutado del refugio antiaéreo rehabilitado del Ayuntamiento desde que se inauguró el pasado mes de abril. Una cifra que se une a las 4.882 personas que han estado en la exposición temporal “Tempesta de ferro”, que se puede visitar hasta el 3 de septiembre en la sala de exposiciones de la calle Arquebisbe Mayoral.
Las visitas a este refugio continuarán como hasta ahora, con cita previa y en grupos pequeños por motivos de capacidad y de seguridad. A la recuperación del edificio se ha añadido también “una musealización en paneles para que los visitantes aprecien las instalaciones y recuerden cuál era su cometido”, ha recordado la concejala de Patrimonio Cultural y Recursos Culturales, Glòria Tello.
Se trata de un refugio de tipo escolar que fue construido en 1938 y tenía capacidad para 700 niños del centro educativo que estaba situado en un lateral del mismo edificio del Ayuntamiento. Constaba de dos entradas simétricas a través de escaleras y cinco naves cubiertas con bóveda rebajadas de hormigón. Todas las naves disponían de bancadas de obra para que los niños se sentaran mientras esperaban que pasara el peligro. El refugio disponía de váteres y de electricidad.
Fue modificado parcialmente en los años 50 para construir la cochera actual, y en los 60 empezó a utilizarse como almacén de documentos, y por eso se eliminaron algunos elementos originales como por ejemplo las bancadas. Además, se añadió un pavimento de baldosa hidráulica y se picaron las paredes. También se modificó el aspecto original al compartimentar las naves con tapias y estas naves se independizaron con puertas.
Con tantos cambios y con el nuevo uso se olvidó su origen hasta que en 2016 la Concejalía de Patrimonio Cultural y Recursos Culturales emprendió la recuperación y puesta en valor “como legado patrimonial de la memoria histórica de la Guerra Civil de la ciudad de València”.
Según ha expuesto Glòria Tello, «los refugios de la guerra civil son BRL y el Govern de la Nau quiere poner los edificios patrimoniales como estos al alcance de la ciudadanía, ya que abrir las puertas es una de nuestras líneas políticas, lo hemos hecho en el Palau de la Música por ejemplo y también queremos hacerlo con el resto de edificios que el PP quería esconder. Nosotros queremos ofrecer conocimientos a los valencianos y valencianas y no mantenerlos en la ignorancia o la censura».