Ribó: «En los Presupuestos de 2013, se prevé pagar 41,4 millones de euros en concepto de intereses y 78.6 M de € en amortización de capital. Un total de 120 millones de euros que suponen el 16% del presupuesto municipal».
El concejal del Grupo Municipal Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribó, ha señalado que «la publicación de los datos económicos de 2012 de los municipios españoles con una población mayor de 100.000 habitantes ha puesto de manifiesto la pésima situación económica del Ayuntamiento de Valencia «. Una situación se caracteriza en primer lugar por los recursos dedicados a pagar la deuda municipal. En 2012, a través de tasas e impuestos, cada valenciano ha aportado 168 euros al pago de la deuda, una cantidad muy poco inferior al doble de la media nacional de deuda de los grandes municipios. «Hemos tenido el triste honor (después de Madrid, Telde y Reus) de ser los cuartos de toda España que más deuda hemos pagado por ciudadano, la segunda capital de provincia, después de Madrid. Y todo esto sin tener en cuenta las deudas que está implicado directamente el Ayuntamiento como es el caso de los más de 300 millones que se deben de las obras en la Dársena del Puerto y que hasta ahora nada se ha empezado a pagar».
Ribó también ha destacado como han aumentado respecto al año anterior los pagos de la deuda pública municipal. «Si en 2011 el ayuntamiento de Valencia pagó 87.1 millones de euros de deuda, estos aumentaron a 134’19 millones de euros en 2012. Un crecimiento a niveles de capitales de provincia sólo comparable con el de Madrid motivado en parte por las inversiones en su proyecto de capital preolímpica».
En los Presupuestos de 2013, se prevé pagar 41.4 millones de euros en concepto de intereses y 78.6 M de € en amortización de capital. Un total de 120 millones de euros que suponen el 16% del presupuesto municipal.
Para el portavoz de Compromís, «el Ayuntamiento de Valencia es uno de los ayuntamientos de España que peor tiene sus balances económicos. Se ha gastado sin control durante muchos años y ahora estamos pagando las consecuencias. Se continúa con el mismo espíritu de descontrol como lo ponía de manifiesto la voluntad, afortunadamente rectificada, de ampliar el Palacio de Congresos. Se pierde dinero en muchas contratos por falta de control como lo demuestra la contrata de la grúa municipal etc».
Ribó ha indicado que «después no tenemos dinero ni para reponer el cableado eléctrico y muchas zonas de Valencia se encuentran a oscuras. Y luego se siguen deteniendo obras por problemas económicos como el centro de mayores de la Olivereta, el polideportivo de Nou Moles o el centro para la policía municipal del Carmen. La Valencia real es una ciudad parada, sin ninguna capacidad de inversión como consecuencia de una política nefasta. No pasa en Valencia como en toda España. Por desgracia aquí la crisis y la falta de recursos la estamos sufriendo mucho más que ningún otro de todo el Estado.