Joan Ribó señala a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como la última responsable del accidente de la calle la Reina 208 y lo es por omisión de su responsabilidad
El portavoz del Grupo Municipal Compromís, Joan Ribó, señaló a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como la última responsable del accidente de la calle la Reina 208 y lo es por omisión de su responsabilidad. El portavoz del Compromiso le ha querido recordar a Barbera que desde el pasado 7 de julio de 2011 (Real Decreto-ley 8/2011) el Ayuntamiento tiene la obligación de inspeccionar los edificios con una antigüedad superior a los 50 años (artículo 21 de este RD). «La señora Barberá no sabía nada de la situación del edificio damnificado por el sencillo motivo que su ayuntamiento no había cumplido la obligación de revisarlo. Si hubiera cumplido con su obligación, los problemas estructurales se hubieran detectado «.
Ribó ha destacado que «son muchos y diversos los indicadores que nos muestran que hay un proceso de degeneración del barrio del Cabanyal. La reciente caída de una persona en la calle de la Reina 208 al hundirse el suelo de la vivienda, pone de manifiesto la necesidad de poner fin a la restricción a las licencias de obra en el barrio «. «El reconocimiento de que 58 de las viviendas que fueron compradas en el marco del PEPRI y que son propiedad municipal-AUMSA o del Plan Cabanyal-Canyamelar están en estos momentos ocupadas por personas sin ningún tipo de control ni legalidad, también indica a las claras este deterioro «.
En el Cabanyal, los problemas de limpieza de las calles, casas y solares abandonados son una continua queja del vecindario. «Algo parecido ocurre con los problemas de sanidad pública y desratización. No se respeta la ordenanza de ruido a pesar de las quejas a la policía, que no siempre se presenta con la celeridad necesaria «, explicó Ribó, quien ha continuado:» pero lo más alarmante de todo es la falta de seguridad que denuncian los vecinos , sobre todo vecinas, por comportamientos intolerables de personas que viven en el barrio, de forma ilegal y, muchas veces, relacionadas con el tráfico de estupefacientes «.
Para Ribó, «el Cabanyal no puede esperar a que se solucionan y resuelvan los problemas jurídicos del PEPRI, cualquiera que sea su resultado. Tampoco puede esperar a que se cumplan los deseos de la alcaldesa, ya que esto puede provocar otra avalancha de problemas jurídicos de difícil y larga resolución «.
Ribó ha apostado por «devolver el barrio a una situación de normalidad, como cualquier otro barrio de Valencia, y cuando más pronto sea menos difícil y menos costoso será. Cada mes que pasa se degradarán más las viviendas, el patrimonio urbanístico del barrio será más difícil de recuperar y, sobre todo, la convivencia se deteriorará más aún «.