¿QUÉ HACEMOS porque las diversas formas de trabajar sean coherentes CON nuestras necesidades y no sea el mercado quien decide qué y cómo es EL TRABAJO. Empezamos por aclarar conceptos: qué entendemos por trabajo? ¿Lo reducimos a la ocupación asalariada, o incluimos todo aquel trabajo que produce y reproduce una sociedad (en general invisibilizado y no reconocido)? En tiempos de desempleo, precariedad laboral y vital, desigualdad, y malestar personal y colectivo, la pregunta no es en lo que trabajamos, ni siquiera cómo, sino para qué trabajamos: para qué tipo de sociedad estamos dispuestos a trabajar. Preguntémonos, individual y colectivamente, si queremos sostener una vida destinada a la ocupación que nos ofrece el mercado en función de sus intereses y necesidades. ¿Queremos seguir trabajando para conseguir una remuneración que nos permita consumir como hoy? ¿Nos atrevemos a imaginar y crear otras formas de relación social para depender menos del dinero y poder vivir de otra manera? Éstas son algunas de las cuestiones que trató el catedrático de sociología Juan José Castillo.