El alcalde de Valencia, Joan Ribó, participó ayer en el acto conmemorativo del 30 aniversario del inicio de explotación por parte de Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana (FGV) e hizo referencia a las necesidades de concluir la línea de tranvía T2 y de un contrato programa que atienda «nuestras necesidades de financiación de transporte público».

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, resaltó la «enorme repercusión para la ciudad y la transformación urbana» que llevó esa asunción de la gestión por parte de la Generalitat Valenciana, así como su influencia en la «percepción de la ciudadanía de un autogobierno que se llenaba de competencias reales al asumir la gestión de un sistema de transporte público con enormes posibilidades para mejorar la vida de las personas».

El inicio de explotación marcó también el principio de la expansión de un sistema de transporte público que, a partir de ese momento, comenzó a atravesar la ciudad y del que Ribó reivindicó su continuación como «un elemento fundamental de vertebración y cohesión metropolitana».

«Se abrió el camino a una nueva forma de desplazarse por la ciudad cuando el tren se hizo urbano» y se abrieron nuevas líneas, según Ribó, quien remarcó que el metro y el tranvía «sumaron beneficios a la vida en la ciudad de Valencia, de mejora de la conectividad entre los barrios y de la ciudad con su área metropolitana, en su contribución a una movilidad más sostenible, de comodidad, de alternativa al transporte privado, sin olvidar la regeneración urbanística que ha acompañado su expansión «.

Tras una referencia al accidente del 3 de julio de 2006 y en la actitud de algunos gobernantes del PP, Joan Ribó se refirió al papel que FGV debe seguir teniendo en cuestión de infraestructuras de movilidad, como es el caso de la T2, y recordó la reciente constitución de una Autoridad Metropolitana del Transporte «para coordinar y unificar la movilidad de 1,7 millones de habitantes de Valencia y 60 municipios de su entorno urbano»

El alcalde reiteró la petición de que Valencia «reciba el mismo trato que Madrid, Barcelona y otras ciudades para poder mejorar y hacer viable nuestros proyectos de movilidad. Exigimos un contrato programa que atienda nuestras necesidades de financiación de un transporte público» que, junto a las nuevas líneas de EMT, la red de carril bici y el anillo ciclista, conforme» una verdadera alternativa al vehículo privado».