Por segundo año consecutivo, el Gobierno Local ha cerrado el ejercicio presupuestario en positivo, con un remanente de tesorería de 42 millones de euros, el doble de lo que ya se consiguió el año pasado. A pesar de la mejora de las cuentas municipales, el alcalde de Valencia ha denunciado las restricciones que impone el Gobierno del Estado a la hora de emplear estos recursos económicos en las necesidades reales de la ciudad, dado que se pueden dedicar «sólo a pagar deuda o lo que se llama ‘inversiones sostenibles».

Respecto al concepto de inversiones sostenibles, que se refiere a todas las inversiones que no implican incrementar la plantilla de personal, Ribó ha explicado que ante una situación de desempleo como la actual, «es inaudito que el gobierno de Rajoy no nos deje invertir más en políticas para la creación de empleo» y ha añadido que se trata de «una situación totalmente fuera de la realidad porque nosotros estamos cumpliendo escrupulosamente todas las condiciones por las que se nos puso dentro del Plan de Ajuste» en 2012.

El alcalde viajará hoy a Madrid donde se reunirá con otros representantes municipales para incidir en la demanda conjunta de salir de este Plan, que afecta a la gestión directa de los recursos municipales. Esta exigencia es una de las que se recogen en la ‘Declaración de València’, que fue firmada semanas atrás por más de 70 municipios de todo el Estado, durante las Jornadas Municipalistas celebradas en nuestra ciudad, y que ha sido trasladada al Gobierno, «pero no ha habido respuesta», lamentó el alcalde Ribó.

Por este motivo, hoy se continuará con la acción conjunta de demanda de los ayuntamientos «para que el Gobierno del PP libere las restricciones a los grandes ayuntamientos porque no tienen ningún sentido: una vez conocidos los resultados de los ejercicios presupuestarios del año 2016, se da la paradoja de que mientras el Estado tiene unos resultados de déficit anual con unos porcentajes que le rechaza la Unión Europea, prácticamente todos los grandes ayuntamientos tenemos superávit», subrayó Ribó.

Así, en 2015 ya se logró una mejora del remanente de tesorería -indicador para conocer la solvencia o capacidad económica de una administración para afrontar sus deudas- en positivo con 20.820.239,57 de euros, una cifra que se duplica este año al situarse en 41.588.109,83 euros y que se dedicará a «inversiones directas en la ciudad que atiendan las necesidades de los barrios e incidan en la mejora de la calidad de vida de los valencianos y las valencianas», según Ribó.

Además, el alcalde de Valencia ha destacado el resultado del ejercicio de 2016, que consolida la tendencia iniciada con el mandato del Gobierno de la Nave, concretamente, «una gestión de los recursos públicos que ha conseguido enderezar la situación que habíamos vivido hasta ahora» con varios años de saldos negativos, como el del año 2014, que bloqueó «partidas que habían sido previamente presupuestadas».

Así, los fondos líquidos del Ayuntamiento han crecido hasta los 94,5 millones de euros (en 2015 la cifra alcanzó los 40 millones, y únicamente a 6 millones en 2014), mientras que los derechos pendientes de cobro han disminuido ( 275.789.425,86 al cierre de 2016; en 2015 fueron 307 millones de euros frente a los cerca de 339 millones de 2014).

Por su parte, los resultados respecto a las obligaciones pendientes de pago por parte del Consistorio también han disminuido, y se situaron en 154,3 millones de euros (en 2.015 fueron 157 millones de euros, que también contrastan con los cerca de 217 millones de 2014).