Mañana, 1 de diciembre, empiezan los actos de conmemoración de la declaración de las Fallas como Patrimonio de la Humanidad con motivo de su segundo aniversario. Se reproducirá en la plaza de la Santa Cruz del barrio del Carme, lugar originario de esta festividad, una falla que fue ‘plantada’ en el año 1895 en las calles de Gràcia y Llanterna, como símbolo de ‘Les Falles de l’Antigor’.
El monumento, realizado por Fet d’Encàrrec, es un cadalso de aproximadamente un metro cuadrado decorado con motivos diversos, sobre el cual se levanta la figura de una labradora, que representa a València. Esta figura central es ayudada por un obrero y un industrial, mientras la banca le da la espalda.
Con esta falla, que será ‘plantada’ en la medianoche del 1 de diciembre, se intenta reproducir la disposición tradicional del cadalso y la gran crítica social de las fallas de la época. Se decorará la plaza de la Santa Cruz a la manera antigua y a lo largo de la jornada del sábado se recreará el programa de actividades del libreto original de la falla del año 1895, que ha sido cedido por la Universitat de València.
El concejal de Cultura Festiva y presidente de la Junta Central Fallera, Pere Fuset, ha querido describir ‘les Fallas de l’Antigor’ como «un viaje por la historia, a las Fallas del siglo XIX, momento origen de la fiesta». Además, ha añadido que hay una voluntad de que los festejos vuelvan «al Carme, cuna de las primeras Fallas, con el protagonismo del vecindario y de las comisiones falleras de un barrio que concentra una gran actividad fallera y que es un referente en cuanto a la memoria histórica fallera y ciudadana de nuestra ciudad».
«Con esta celebración cumplimos el compromiso adquirido con la UNESCO, después de la declaración de 2016, en el sentido de generar iniciativas que, en calidad de buenas prácticas patrimoniales, ayudan a reforzar la protección, conservación y difusión de los diversos aspectos que conforman el rico patrimonio cultural de la fiesta de las Fallas», ha concluido el regidor Pere Fuset.