El nuevo edil de Tráfico del Ayuntamiento de València, Jesús Carbonell, anunció ayer —en respuesta a una pregunta de voz realizada en el Pleno municipal por el concejal de Compromís y ex titular del área de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi— que la nueva corporación municipal que dirige María José Català desecha toda la participación vecinal realizada durante el proceso de elaboración de la ordenanza que debe regir la futura ZBE de València, emprendido la pasada legislatura por el gobierno de Joan Ribó.

Como todavía se puede consultar en la web del Ayuntamiento, el Servicio de Movilidad Sostenible emprendió en la primera mitad del presente año un proceso participativo para la elaboración del borrador de la ordenanza de las zonas de bajas emisiones, en el que intervinieron representantes del ámbito de la accesibilidad universal y la movilidad personal, profesionales del transporte y la movilidad, entidades de comerciantes, colectivos sociales y medioambientales y asociaciones vecinales.

“Tomando todas esas opiniones en cuenta, el último paso era concretar este verano una ordenanza de Zona de Bajas Emisiones que supusiera un punto de encuentro de las diferentes sensibilidades e intereses, siempre con la mirada puesta en el cumplimiento de los objetivos de la Unión Europea y nuestra ambición por ser efectivamente una capital verde europea”, resume el edil de Compromís Giuseppe Grezzi.

Ballester en un momento de su intervención en el Pleno.

Sin embargo, añade, “ese trabajo conjunto entre ciudadanía y el equipo de técnicas municipal, que a estas alturas ya tendríamos culminado, parece que se ha tirado a la basura por el gobierno de Català, pues según admitió ayer en el Pleno el concejal Carbonell, no piensan tener en cuenta las aportaciones de nadie. Lo cual, todo sea dicho, no es ninguna sorpresa a la vista de cómo están ninguneando a todas las asociaciones vecinales y como tienen a media València en pie de guerra”.

“Carbonell dice que todo ese trabajo de vecinos, empresarios y entidades no es nada. Que los 10 millones de fondos europeos que conseguimos y con los que se está realizando la instalación técnica, se contrató el proceso participativo y se sufragará la comunicación de la implantación de la ZBE si finalmente la hacen, no es nada. Pero todos sabemos lo que no es nada. Nada es lo que recibimos en 2015 en relación a puntos de carga eléctricos: nada, ni un mísero estudio. Nada es lo que había en 2015 en relación a la construcción de un aparcamiento en la plaza de Brujas. Nada, Cero. O lo que había relacionado con peatonalizaciones de plazas en la ciudad en 2015: nada. Pero los vecinos y entidades, y el gobierno de Joan Ribó, sí que dejamos un trabajo hecho en relación a la ZBE, y parece que nada es lo que piensa hacer el PP con ello”, explica Grezzi.

“Como pollo sin cabeza”

“La propia María José Català se permitió mentir la semana pasada respecto a la instalación de las cámaras de la ZBE cuyo proceso se ha emprendido aunque lo negara rotundamente”, recuerda el concejal  de la declaración de la alcaldesa, realizada apenas unas horas después  de que anunciara la supresión de un carril bici que dos semanas después sigue exactamente en el mismo sitio en el que celebró su rueda de prensa.

“La señora Català no se entera de lo que pasa bajo su mando, lo que le hace protagonizar situaciones ridículas como estas, pero lo verdaderamente grave para la ciudad son las muestras de desprecio a la participación ciudadana como la que hizo ayer su subordinado Carbonell, que va por las concejalías de Tráfico y Policía como pollo sin cabeza”, resume Grezzi, que espera que Català llame al orden a su edil “y retome el trabajo de la ZBE donde lo dejó Compromís, y tenga en cuenta la participación de la ciudadanía”.