La portavoz de Compromís per València, Papi Robles, denuncia la improvisación y la incompetencia del nuevo gobierno municipal de PP y Vox manifestada en la modificación de la red de EMT y del tráfico a su paso por el centro de la ciudad y el consiguiente deterioro del espacio público, mientras anuncia nuevas medidas de su grupo para tratar de conservar las conquistas alcanzadas los últimos ocho años.

“Hoy es un día triste para València y sus habitantes. Ocho años después de que Compromís iniciara las peatonalizaciones de la Plaza del Ayuntamiento los últimos domingos de mes, que fueron el primer paso para toda la recuperación de espacio público y puesta en valor de nuestras plazas, el Partido Popular devuelve València al pasado”. Con esas palabras la portavoz de Compromís per València ha resumido el tremendo “paso atrás” llevado a cabo hoy por la alcaldesa María José Català en su gestión de la movilidad y el espacio público en la ciudad.

“Contra todo sentido, contra los deseos de la ciudadanía y con la temeridad de desoír a los profesionales del volante, Català reintroduce el tráfico indiscriminado en el centro de la ciudad, recortando espacios peatonales y además poniendo en peligro la integridad física de las personas, como no para de denunciar el comité de empresa de la EMT” ha recordado Robles, que señala que “València no se merece una alcaldesa que deteriore la ciudad, y mucho menos una alcaldesa que actúe como una kamikaze pero con la vida de los demás”.

Por su parte, el concejal Giuseppe Grezzi, el que fuera concejal de Movilidad Sostenible que planificó e impulsó la pacificación y peatonalización del centro así como la reducción del tráfico en toda la ronda interior, anunciaba el alcance de la moción que Compromís llevará al próximo pleno para tratar de frenar el deterioro de la ciudad impulsado por Català: revertir los cambios realizados en la EMT y recuperar el doble carril bus en la calle Colón; y peatonalizar la calle Sant Vicent Màrtir entre La Reina y la Plaza del Ayuntamiento como lo tenía previsto Compromís y quiere la ciudadanía.

“Que la gente se suba al autobús en la Malvarrosa o en Orriols sin saber en qué parada va a bajar porque dependiendo del nivel de atascos que haya en el centro su línea circulará por un sitio o por otro es un despropósito total, propio exclusivamente de un gobierno que no tiene un proyecto de ciudad. El único proyecto que tiene es que quiere aumentar el tráfico de coches”, ha señalado Grezzi. “Ahora apenas llevamos unas horas de circulación —las más tranquilas del día— de las seis líneas de autobuses por Paz, San Vicente y Plaza del Ayuntamiento, y los ciudadanos ya han empezado a notar los efectos negativos del cambio”, describía cuando no eran todavía las 12 de la mañana.

“Las caras de los pasajeros de las líneas 11 o 70 de camino al sur de la ciudad, perdiendo minutos en la calle de la Paz o en la del Ayuntamiento, cuando antes circulaban rápidamente por la calle Colón camino de su destino, hablan por sí mismas. Igual que ver la calzada de San Vicente, hasta ayer casi peatonal, consagrada de nuevo a un tráfico intenso, mientras los peatones se disputan las aceras con las terrazas. Y la contaminación acústica en Sant Vicent Màrtir y la Plaza del Ayuntamiento ha aumentado notablemente con el incremento del tráfico. Nada que fuera imprevisible para unos buenos gestores, pero nada que haya sido valorado por las personas que han tomado dictatorialmente la decisión y son directamente responsables de sus consecuencias: la señora Català y el señor Carbonell”, ha concluido Grezzi.