Ante la indefinición del gobierno de PP y Vox que lidera María José Catalá, sobre la posible programación en València de un ‘encierro simulado taurino infantil’ impulsado por el ultraderechista conseller de Cultura, Vicente Barrera, el grupo municipal de Compromís ha presentado esta misma mañana una moción por trámite de urgencia. La finalidad: impedir el desarrollo de ese acto presentado en el grupo de trabajo de la Junta de Districte de Ciutat Vella, y conseguir que en el futuro el Ayuntamiento ni autorice ni subvencione con dinero público actividades como esta o cualquier otra que suponga una vulneración de la protección de la infancia o un fomento del maltrato animal, en todo el término municipal.

“Confiábamos en que Catalá daría carpetazo de manera rápida y fulminante a las pretensiones retrógradas de Barrera, pero lejos de eso la Alcaldesa se ha limitado a remitir la cuestión al siguiente consejo de distrito, asumiendo tácitamente la validez de esta práctica aberrante. Así que no ha dado otra opción que presentar esta moción para que el posicionamiento municipal en el cumplimiento de la ley sea público y firme”, ha apuntado la portavoz adjunta de Compromís, Gloria Tello.

Y es que, más allá de los gustos de cada uno, la legislación nacional e internacional a la que se vincula el Ayuntamiento, imposibilita la programación y ejecución de eventos de este tipo. La Ley de Derechos y Garantías de la Infancia y la Adolescencia (26/2018, de 21 de diciembre), establece en sus artículos 70.1 y 72.1 que “las personas menores de edad no podrán participar ni asistir a competiciones deportivas o espectáculos el reglamento de los cuales contemplo la producción de daños físicos o psíquicos sobre personas o animales o puedan implicar riesgos para la salud o seguridad del menor”; y que “las personas menores de edad no pueden acceder ni permanecer en establecimientos y recintos donde tengan lugar actividades o espectáculos violentos, denigrantes e irrespetuosos con la diversidad humana, pornográficos o de contenido perjudicial para el correcto desarrollo de su personalidad”.

Del mismo modo las Naciones Unidas ya dictaminaron que había que proteger a los niños y a las niñas frente la violencia que suponen las prácticas taurinas. La Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada en 1989 y ratificada por todos los países miembros de la ONU, recoge el derecho de todas las niñas, niños y adolescentes a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, moral y social, así como el deber del Estado de adoptar las medidas que los garanticen. Además, el máximo órgano internacional en materia de derechos humanos de los menores de edad, el Comité de los Derechos del Niño, ya se pronunció en contra de que España permitiera que los niños, niñas y adolescentes participen y asisten a espectáculos taurinos.

“La protección de la infancia y la adolescencia tiene que ser una de las máximas de cualquier gobierno, al igual que velar por la seguridad ciudadana o fomentar una sociedad respetuosa con todos los seres vivos. Y prácticas como esta educan en el maltrato y fomentan la violencia en las generaciones futuras. El mundo civilizado está moralmente obligado a proteger los niños, las niñas y los adolescentes de los probados daños psicológicos que produce presenciar la normalización de la violencia y el sadismo en cualquier de sus formas, y los espectáculos taurinos son un claro ejemplo. València no puede ser una excepción; PP y Vox no nos pueden hacer una excepción en la erradicación de la barbarie”, concluye Tello.

Hay que recordar, el Síndic de Greuges ha admitido a trámite una queja de Compromís en la Diputación de València y ha abierto una investigación por la Grada Infantil en la Plaza de toros durante las pasadas Fallas.