Según ha desvelado la formación valencianista, el Ayuntamiento de València autorizó a la empresa arrendataria de la Plaza de Toros, Nautalia Viajes SL, a realizar un evento de toros embolados en el coso de la calle Xàtiva estas fiestas, pero para un día después de la fecha en la que efectivamente fueron realizados.
Como se puede ver a la luz de la resolución del área competente, la autorización del evento “Suelta de vacas, bou de corro y toros embolados” estaba condicionada a su desarrollo entre las 22 horas del 17 de marzo y las 3:30 horas del día 18. Concretamente 24 horas después de que la actividad se realizase sin la autorización pertinente la noche del sábado 16 como estaba anunciada.
“El día 14 el Ayuntamiento emitía su autorización para la noche del 17, y más de 48 horas después, la noche del 16, se celebraba el espectáculo de tortura animal y peligro público en la plaza de toros sin que nadie, ni la organización ni el propio Ayuntamiento, ni las empresas aseguradoras, ni los servicios médicos, ni ninguno de los actores involucrados en un evento tan peligroso, se diera cuenta de que lo estaban realizando sin contar efectivamente con una autorización en regla, o al menos eso querrán ahora hacernos creer”, apunta la coportavoz de Compromís y ex concejal de Bienestar Animal, Gloria Tello. “Con ese grado de irresponsabilidad”, añade, “el gobierno de Maria José Català puso en peligro la integridad de las personas y subrayó su apoyo a la tortura taurina para marcar perfil propio”.
El evento se realizó, como se anunció insistentemente y aún se puede ver en redes sociales, la noche del sábado 16 de marzo, pudiendo verse un resumen de los actos de maltrato animal en la página de Facebook de Toropasión Espectáculos. Curiosamente, la empresa subió el vídeo de la actividad a la red social un par de horas antes incluso de tener permiso para realizarla. En el vídeo (y en otros grabados por asistentes) se puede observar además que, pese a la masiva presencia de vecinos y visitantes en la ciudad y la aireada “gran afición” de esta modalidad de maltrato animal, el evento no registró ni media entrada.
“El PP lanzó su bravuconada y quiso autorizar ese esperpento, pero por el motivo que sea no lo hizo correctamente. Afortunadamente, pese a la tortura sufrida por los animales, no hubo que lamentar desgracias personales. Pero ¿qué habría pasado si hubieran sucedido? ¿Quién asumiría las responsabilidades? Hoy vamos a preguntarle en el Pleno a la propia María José Catalá y esperamos que nos responda, que nos diga cómo va a depurarlas”, concluye Tello.