Compromís presenta una nueva alegación contra la revisión del PGOU para conservar la huerta y favorecer la soberanía alimentaria, la preservación del suelo y la sostenibilidad de la ciudad. El alegación se basa en informes y opiniones cualificadas como el Informe Dobris, el Atlas Temático de la CV o la misma FAO.
Para el portavoz de Compromís, Joan Ribó, “dedicarse frívola y alegremente a reclasificar y destruir 415 hectáreas de huerta va en contra de la preservación del recurso suelo, en contra de la soberanía alimentaria de nuestro país y en contra de cualquier criterio de sostenibilidad”.
Compromís presenta una nueva alegación pidiendo la retirada de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que plantea el PP porque con la destrucción de la huerta “se da un paso dramático contra la soberanía alimentaria de los valencianos, contra la preservación del suelo y contra todo criterio de sostenibilidad”, según ha afirmado el portavoz del Grupo Municipal, Joan Ribó.
La huerta periurbana de Valencia es una figura paisajística única en Europa según el Informe Dobris sobre “El Medio ambiente en Europa”. Tanto el Plan de Acción Territorial de l’Horta (PATH) como el Atlas Temático de la Comunidad Valenciana, consideran de máxima capacidad agrológica las 415 hectáreas de huerta afectadas por la reclasificación que quiere llevar a cabo el gobierno del Partido Popular. La soberanía alimentaria es una de las preocupaciones de Compromís, en la línea con el que denuncia la FAO, puesto que según apunta esta agencia de la ONU, si continúa el ritmo de destrucción del suelo cultivado, en 60 años éste podría desaparecer por completo.
Así, según Joan Ribó, “en unos momentos en que las multinacionales y varias potencias mundiales como China, Arabia Saudí o Corea del Sur, están comprando cantidades ingentes de terrenos de cultivo en África (Etiopía, Sudán del Sur, África Subsahariana, Madagascar), en Ucrania (más del 5% de sus tierras de cultivo están en manos chinas) o en Sudamérica con el objetivo de garantizar la soberanía alimentaria, dedicarse frívola y alegremente a reclasificar y destruir 415 hectáreas de huerta va en contra de la preservación del recurso suelo, en contra de la soberanía alimentaria de nuestro país y en contra de cualquier criterio de sostenibilidad”.
La huerta de Valencia es un componente esencial de la identidad de la ciudad, que ya existía en las épocas romana y árabe. Por eso, tal y cómo afirma Ribó, “la revisión del PGOU supone perder una parte fundamental de la identidad cultural de Valencia. No en balde, desde 2008 la huerta cuenta con un Plan de Acción Territorial de Protección que reunió amplios consensos, pero lamentablemente el Gobierno Valenciano nunca ha llegado a implementarlo, y sigue durmiendo el sueño de los justos en los cajones de la Generalitat”.
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