La Concejalía de Igualdad y Políticas Inclusivas, a través del convenio Jere-Jere con la confederación Cáritas Diocesana de València, ha insertado laboralmente a 39 mujeres que se encontraban desarrollando tareas de prostitución. Esto se ha conseguido gracias a un trabajo «profesional y constante» que realizan -a pie de calle- un responsable coordinador del programa, un educador y una mediadora sociosanitaria (los tres trabajando a jornada completa), conjuntamente con un equipo integrado por diez personas voluntarias, tal como ha explicado la concejala Isabel Lozano.
Concretamente el trabajo se centra en las zonas del Marítimo y el barrio de Velluters de la ciudad de Valencia. Un total de 224 mujeres han tenido un seguimiento a pie de calle a través de este programa conjunto del Ayuntamiento y Cáritas, que en total ha establecido 1.312 contactos en la calle durante el 2016 (una mujer suele ser contactada en varias ocasiones al largo del año).
La concejala de Igualtat i Polítiques Inclusives se ha mostrado «satisfecha por los resultados que ha tenido el programa Jere-Jere, fundamental e indispensable para dar respuesta al colectivo de mujeres que se encuentran en el contexto de la prostitución en las calles de València. Más aún en los casos en los que la prostitución esconde un drama humano y social como es la trata de mujeres para la explotación sexual, es decir, ser una persona traficada que se compra y se vende como si se tratara de una mercancía. Por eso, desde el Gobierno de la Nau, nos tomamos muy en serio estas situaciones y dedicamos recursos y esfuerzos para paliar los efectos de esta realidad y, por ello, hemos elaborado un protocolo de actuación en situaciones de trata en la ciudad de València, con el consenso de todos los grupos municipales, de organismos autonómicos, fuerzas de seguridad y entidades que trabajan con personas en situación de prostitución».
La mayor parte de las mujeres con las que se trabaja en este proyecto son nigerianas. Seguido por mujeres de origen rumano, y en menor número mujeres españolas y de otras nacionalidades (fundamentalmente provenientes de países Sudamericanos).
La intervención social llevada a cabo por el programa Jere-Jere es amplia. A nivel sanitario el equipo del proyecto ha gestionado la tramitación o renovación de las Tarjetas Sanitarias del sistema público a un total de 18 mujeres. También se ha hecho formación en prevención de riesgos de transmisión sexual y VIH. Para ello se han realizado cinco talleres de salud que han sido impartidos en inglés por la mediadora para las mujeres nigerianas, y un taller en castellano para aquellas mujeres de otras nacionalidades (rumanas y latinas). En total el programa ha conseguido que participan activamente en los cursos un total de 25 mujeres.
Asimismo, cuatro mujeres del Programa Jere-Jere, han logrado mejorar su situación sociolaboral mediante la empresa de inserción de Cáritas-Koopera y otras empresas del sector de hostelería y alimentación. El resto de mujeres han conseguido contratos laborales de diversa duración (entre tres y seis meses). Este tipo de contratos son en el sector turístico vinculados al periodo estival. En el año 2016 se han contratado 21 personas.
«La capacitación laboral es clave para estas mujeres. Vemos de manera muy positiva la formación y las prácticas posteriores en empresas concretas, que les proporcionan una beca económica adecuada durante este periodo. Este incentivo es muy favorable para su proceso y conlleva que encuentren más alternativas al contexto de prostitución», ha dicho la concejala Lozano.
«El equipo del proyecto constata que, si a estas mujeres se les apoya con una prestación mensual que les permita medios de subsistencia (como pertenecer al programa de atención a la exclusión social de los Servicios Municipales del Ayuntamiento de València), el avance en el proceso de inserción es mucho más rápido y satisfactorio, permitiendo continuar un proceso más largo de cambio hacia la inclusión social», ha explicado Lozano.
Finalmente, cabe decir que tres mujeres han ingresado en una residencia especializada, después de identificarlas como mujeres en situación de víctimas de trata con fines de explotación sexual.