La ordenanza municipal que regula el procedimiento de otorgamiento de autorizaciones de gestión y uso de los huertos urbanos se ha aprobado hoy en la Comisión de Medio Ambiente del Ayuntamiento de València. Esta regulación, que posteriormente se aprobará en el Pleno, quiere promover la creación de huertos urbanos en la ciudad como una alternativa de ocio saludable y del fomento del desarrollo sostenible, para contribuir a conservar el patrimonio agrícola de la huerta.
Además, “la ordenanza también establece el régimen jurídico al cual se someterán las entidades autorizadas para su gestión y las personas usuarias, estableciendo unas normas de funcionamiento, servicios comunes, etc.”, ha expuesto la concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, impulsora de esta iniciativa. Las entidades interesadas tendrán que presentar su solicitud en el Ayuntamiento, a partir del momento en que se apruebe la convocatoria correspondiente, que se publicará en el tablero municipal electrónico de anuncios y en la página web oficial, donde constará la ubicación y el número de huertos que componen la parcela.
Los huertos urbanos se encuentran emplazados en parcelas municipales de dominio y uso público, donde se han ejecutado las obras denominadas «Construcción de huerto urbano». La parcela donde se sitúan los huertos se habrá independizado del entorno mediante una valla perimetral, incorporando puertas de acceso que permanecerán abiertas. Así, según la ordenanza, el vecindario que lo desee podrá pasear durante el horario que establezca la entidad gestora del huerto.
Cada convocatoria establecerá la duración de la autorización del uso de los huertos urbanos, que no podrá exceder a 4 años. La autorización para la gestión de los espacios de huertos urbanos será gratuita, y los usuarios serán responsables del abono de aquellos gastos de prestación de servicios de abastecimiento de agua para riego, así como de cualquier otro que se contrate, y de los gastos de mantenimiento ordinario de las instalaciones.
Algunos de los objetivos que se persiguen con la creación de estos huertos urbanos “son el fomento de la participación ciudadana, el desarrollo sostenible y la autogestión de las personas usuarias; ofrecer a la población un espacio de ocio y creatividad con el cultivo de productos agrícolas; promover la educación ambiental; facilitar el contacto directo y la manipulación de elementos naturales; conocer las técnicas de cultivo de la agricultura tradicional y, preferentemente, de la ecológica; y ofrecer la posibilidad que grupos escolares puedan tener contacto con este tipo de actividades”, ha explicado Soriano.