El Pleno del mes de junio ha aprobado una declaración institucional de apoyo a los centros históricos de las ciudades, en la que se incluye el respaldo a las diez propuestas planteadas por la Confederación Española de Cascos Históricos (COCAHI), a la que pertenece la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de la ciudad de València, y a la petición para que el primer viernes de mayo sea declarado por la ONU, Día Mundial de los Centros históricos, con el lema: «Centros Históricos, la madre de las ciudades».
En el arranque de esta declaración se afirma que los centros históricos han sido desde sus inicios, «cuando se crearon alrededor de los primigenios mercados, el lugar de comercio y de libertad, y el mejor escaparate que representa a las ciudades. Los centros históricos son el contenedor de todo lo que acontece en la ciudad; donde se generan Ias ideas, donde desde su inicio se ubica el comercio, donde patrimonio y cultura conviven». Sin embargo, como a continuación se señala, «es cierto que, en ocasiones, se está produciendo un deterioro por el uso intensivo de estos espacios públicos sin que haya un retorno de Ios beneficios que en ellos se generan».
Antes de plantear el decálogo de propuestas, señala igualmente la declaración aprobada que «se está produciendo una paulatina y peligrosa tematización y turistificación de los mismos, además de una clonificación comercial y hostelera, con la consiguiente pérdida de identidad y, por tanto, de capacidad de atractivo».
En el primer punto se pide que «los gobiernos locales pongan énfasis en un desarrollo integrado de Ios centros históricos donde se busquen sinergias y coherencia entre las distimas ordenanzas que rigen las actuaciones en dichos espacios». En el segundo, «que se potencie Ia cooperacién entre los distintos agentes que trabajan, viven, visitan o acuden a los centros históricos, en la búsqueda de un modelo de convivencia productiva», y en el tercero, «que se incentive el desarrollo de modelos innovadores de participación ciudadana real en la toma de las decisiones públicas que afecten a los centros históricos».
También se plantea que «se pongan Ios medios necesarios, públicos y privados, que posibiliten la captación de aquellas oportunidades urbanisticas, económicas, sociales y culturales que impulsen y modernicen estos espacios urbanos; que se disponga de la capacidad de afrontar los desafios que se plantean en los centros históricos en cuanto a la preservación de sus singularidades arquitectónicas, culturales, comerciales y de ocio; la promoción del uso responsable del espacio público por parte de todos las personas; que se trabaje pan mejorar el paradigma hacia Ia adopción de una nueva agenda, alineada con la aprobada por la ONU, que debe adoptar enfoques de desarrollo urbano y territorial sostenilbles e integrados, centrados en Ias personas, que tengan en cuenta Ia edad y el género».