La ciudad de València se ha sumado al manifiesto internacional que solicita la abolición de las armas nucleares. El alcalde Joan Ribó ha firmado hoy este documento, en el Salón de Cristal del Ayuntamiento, donde ha recibido a los tripulantes del barco de la paz, “Peace Boat”, una organización no gubernamental que trabaja para promover los derechos humanos, el desarrollo justo y sostenible y el respeto por el medio ambiente, y que actualmente viaja por el mundo, con supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, para divulgar su mensaje contra las armas nucleares.

Durante este acto, en el que han participado varios miembros de la Corporación, el alcalde ha destacado la voluntad de la ciudad de València “de escuchar y dar voz a quienes han sufrido el terror, porque con esos  testimonios  y la apuesta municipal de respetar los derechos de todas las personas, con independencia de quiénes sean y de dónde sean, evitaremos que se repita el pasado más oscuro de nuestros pueblos”.

Joan Ribo se ha dirigido a las personas que han llegado a València a bordo del Peace Boat, “que representa un gran mensaje que compartimos plenamente, el de la paz como única vía posible para alcanzar el futuro preservando la dignidad de cada una de las personas que habitamos este planeta”. Y ha hablado de la necesidad de líderes mundiales “con la convicción de que los derechos humanos y el diálogo han de ser los motores de nuestro mundo”.

Por ello, y como alcalde de València, Joan Ribó, ha firmado el manifiesto que apoya la resolución de la ONU para que las armas nucleares sean prohibidas y eliminadas, y el Ayuntamiento ha instado al gobierno del Estado, y a su presidente, Mariano Rajoy, a ratificar esa petición clara y contundente a favor de la paz y de la vida.

Con la adhesión al manifiesto, que Joan Ribó ha firmado junto a Mise Seiichiro, uno de los supervivientes de Nagasaki que con su testimonio sensibiliza y visibiliza el horror de las bombas atómicas, la ciudad de València también reivindica la importancia de la memoria, “que es fundamental para aprender de lo que nos dividió y nos hirió como personas y como sociedades y para construir un futuro en común con valores centrados en el respeto y la dignidad”.