«El Ayuntamiento trabaja para que todas las creencias y prácticas religiosas presentes en la ciudad sean reconocidas y respetadas, y puedan participar en la vida ciudadana con normalidad. También vela por el ejercicio de la libertad religiosa y de culto, y impulsa la mirada laica que a la vez que es inclusiva con todas las religiones respeta la no creencia». Con estas palabras el alcalde de València, Joan Ribó, ha resumido la voluntad municipal «de impulsar el diálogo entre las religiones y con el Ayuntamiento», y ha destacat la apertura de una Oficina por la No Discriminación y para la prevención de los Delitos de Odio.

El alcalde ha realizado estas declaraciones en el II Foro Mundial sobre las Violencias Urbanas y Educación para la Convivencia y la Paz, que se celebra hoy en Madrid. Concretamente, ha participado en la sesión plenaria que ha girado entorno «al diálogo interreligioso contra la violencia», en la que también han intervendio el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y el teólogo Juan José Tamayo.

En su alocución, Joan Ribó ha explicado que la ciudad de València cuenta con 63 comunidades de un total de 9 confesiones religiosas, un pluralismo religioso que se manifiesta en 132 parroquias católicas (integradas en la Diócesis de València)  y 16 confesiones minoritarias, que suman, entre todas, 143 lugares de culto. Asimismo, ha indicado que los objetivos del Ayuntamiento son «avanzar en la protección de la diversidad religiosa, el reconocimiento de la diversidad de creencias, el respeto hacia la no creencia, y la mejora de la convivencia».«Queremos atender a la propia esencia de pluralidad que conforma la sociedad de la ciudad, y garantizar la libertad religiosa para favorecer la convivencia y el reconocimiento a la diferencia en oposición a la intolerancia y a la discriminación», ha añadido.

Por esta razón ha destacado que València contará por primera vez a partir del año que viene con una Oficina por la No Discriminación y para la prevención de los delitos de odio, «y en un futuro también queremos contar con un espacio de gestión de la diversidad religiosa que facilite la colaboración entre las entidades religiosas y el Ayuntamiento, promueva la convivencia entre las entidades religiosas y su entorno, favorezca su participación en el entramado asociativo y cívico y normalice su presencia en el espacio público».

Joan Ribó ha aludido a encuentros que fomentan el dialogo y que sirven para mejorar la inclusión de cualquier persona, como por ejemplo, los encuentros ecuménicos de Taizé, que respaldò el Ayuntamiento de València; también ha recordado «el gesto» del Govern de la Nau que desde 2015 «invita a las principales confesiones de la ciudad a participar en la Procesión Cívica del Día de la Comunidad Valenciana (simbólica de la pertenencia a un pueblo)».

«LA GESTIÓN DE LA DIVERSIDAD RELIGIOSA, UN ASUNTO PÚBLICO»

Además, ha continuado el alcalde, en Valéncia hemos llevado a cabo otras acciones encaminadas a superar las dificultades en el ejercicio efectivo del derecho de libertad religiosa en cuanto a las consideradas minoritarias pero con una tradición consolidada. En este marco se han firmado convenios para la prestación de asistencia religiosa en el Cementerio General a las comunidades católica, musulmana y judía, acuerdos para la ocupación y uso de la vía pública para desarrollar algunas prácticas como la de la finalización del Ramadán o las procesiones católicas. También se ha trabajado coordinadamente con entidades como el Movimiento contra la Intolerancia y se han impulsado campañas de  sensibilización para concienciar en el uso responsable de las redes sociales respecto a la difusión de mensajes discriminatorios.

En general, ha asegurado el alcalde, «la gestión de la diversidad religiosa es un asunto público y la protección de la libertad religiosa es también un asunto municipal porque las políticas sociales no pueden ignorar el papel de las entidades religiosas en una sociedad. Y en condiciones de laicidad, lo conveniente sería crear alianzas transversales que propiciaran que las entidades religiosas jueguen a favor de la cohesión social».

«Todas las administraciones tienen que cumplir con la aconfesionalidad que marca la Constitución Española. El Consistorio no puede ni debe de alinearse con una determinada visión religiosa. Más allá de esto, entendemos que la sociedad no es un territorio de compartimentos estanco, sino que todo influye sobre todo; por lo tanto, sería ilógico pensar que las actuaciones de un Ayuntamiento no tendrán reminiscencias de la cultura propia del lugar donde se establece. Lo que hay que evitar es que la religión interrumpa el desarrollo del ejercicio de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial», ha concluido el alcalde que ha terminado su intervención con un ejemplo: “yo mismo como alcalde, tengo muy claro que no debo presidir una procesión como primera autoridad municipal, ni un acto litúrgico, pero sí asistir a una manifestación cultural y popular de origen religioso como pueden ser los «Miracles de Sant Vicent» o la procesión del Corpus Christi en València».

En el Fórum, además del alcalde Joan Ribó, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y el teólogo Juan José Tamayo, han participado la doctora en antropología Alicia Guidonet; el párroco de Santo Domingo de la Calzada, Agustín Rodríguez; El obispo de la iglesia anglicana, Carlos López; el miembro de la iglesia ortodoxa rusa en España, Victor Kordochkin; el imán de la mezquita de Tétuan, Ryaj Tatari Bakry; el alcalde de Belén, Antón Salman; el vicealcalde de Mashhad (Irán), Mohammed Reza Kalaei; el alcalde de Sariatpur (Bangladesh), Md Rafiqui Islam; y el alcalde de Sanliurfa (Turquía) Nihat Çiftçi.