Como ha podido certificar Compromís, después de años de reducción del censo de estas aves en la ciudad de València por medio del plan impulsado por el anterior gobierno municipal, la vuelta del PP y el desmontaje de la concejalía de Bienestar Animal ha supuesto el abandono del plan y el incremento de palomas en la ciudad.

Para revertir esta nueva tendencia negativa, la regidora y coportavoz de Compromís València Gloria Tello ha instado en el Ayuntamiento a dedicar más atención, tiempo y recursos a los métodos de control ético de las palomas urbanas. Hay que recordar que con el Plan de Control Ético de la Avifauna impulsado por Compromís, en los últimos años la ciudad de València experimentó una disminución progresiva en el censo de las palomas (especialmente de la especie “paloma bravía” que es el ave de medida media más abundante en la ciudad). Pero, como denuncia Compromís, en los últimos meses se ha producido un incremento sustancial del censo, situándose actualmente en 35.564 ejemplares, frente a los 31.196 del año anterior, tal como evidencia el informe realizado entre diciembre del 2023 y febrero del 2024.

Gloria Tello, presentando en 2018 como concejala de Bienestar Animal la campaña de Avifauna en el palomar de Jardins de Vivers.

“Los métodos de control ético de la avifauna urbana implementados por los gobiernos de Compromís, que desde aquí diseñamos y sirvieron de modelo para otras ciudades de la Estado Español, son muy eficaces, pero no por eso dejan de requerir una supervisión periódica y permanente y, incluso, de una posible reestructuración y/o aumento de las unidades de los dispensadores de pienso y de los palomares ecológicos que permita garantizar la continuidad de su eficacia”, subraya Tello. “Y esto es lo que precisamente pedimos en el gobierno actual: que trabaje, que se implique, que incremente recursos y que supervise. Pues la gestión del bienestar animal no es una etiqueta vacía de contenido para hacer ver una sensibilidad que el actual gobierno nos ha demostrado que no tiene, sino que requiere trabajo continuo, recursos y dedicación”, ha aseverado la regidora.

Por ese motivo, Tello ha instado el gobierno de María José Catalá a “atender las recomendaciones técnicas de la empresa gestora, a trabajar para incrementar las inspecciones y requerimientos en edificios abandonados que suponen unos importantes puntos de nidación y cría, a redistribuir territorialmente los dispensadores de pienso esterilizante, trasladando aquellos de poco uso a otras zonas calientes de la ciudad, a continuar con las campañas de concienciación para recordar a la ciudadanía la prohibición de alimentar espontáneamente estos animales y a incrementar los recursos destinados a esta partida, de modo que se puedan aumentar tanto el número de dispensadores de pienso esterilizando, como el número de palomares ecológicos distribuidos por la ciudad de València”.

Al hilo de esta demanda, desde Compromís recuerdan que en este casi primer año de gobierno del Partido Popular no se ha hecho efectiva ninguna campaña de concienciación ciudadana dirigida al control poblacional de palomas y tampoco se tiene ninguna constancia de ningún incremento en la gestión del resto de líneas de actuación del citado Plan para el Control Ético de la Avifauna Urbana. Es por eso que la regidora Gloria Tello concluye alertando de la necesidad de una mayor dedicación y espera que “esta falta de interés no sea una estrategia de la derecha para volver a utilizar métodos cruentos hacia los animales”.

Un Plan de 5 puntos

El plan aplicado durante los mandatos de Joan Ribó, que disminuyó el censo de estos animales sin efectuar ningún sacrificio de estas aves, contendía 5 líneas de actuación:

1) La distribución de pienso anticonceptivo (y antiparasitante) intermediando dispensadores monitorizados en los tejados de diferentes edificios de la ciudad (centros municipales de servicios sociales y de juventud, escuelas, mercados, comisarías de policía, bibliotecas, complejos deportivos o incluso a la misma Catedral de València).

2) La puesta en marcha de 9 palomares ecológicos a algunos jardines con capacidad para 200 palomas cada cual, donde, además de dispensar pienso esterilizando, también se sustituían los huevos por huevos de plástico.

3) La realización de campañas de sensibilización para concienciar a la ciudadanía en la prohibición de alimentar las palomas urbanas.

4) La inspección de edificios abandonados y el requerimiento a sus propietarios para tabicar los accesos a su interior.

5) La gestión con empresas de granos y establecimientos de restauración para indicarlos pautas que evitaron el efecto llamada de estos animales.